ACTIVIDAD DE INSERCIÓN
Es aquella producida por las fibras musculares dañadas o irritadas mecánicamente por el paso del electrodo aguja. La componen potenciales de acción en grupos de espigas positivas o negativas de alta frecuencia y algunas ondas positivas al final del registro, con una magnitud que depende de la velocidad y del recorrido realizado por la aguja, produciendo un sonido característico de crujido, que permite reconocer el correcto posicionamiento en el músculo y diferenciarlo del tejido adiposo. Esta actividad se considera normal cuando su duración es menor a 300 milisegundos y sólo excede levemente al movimiento de la aguja (video 1). Por el contrario, en casos patológicos, se describen dos tipos de actividad de inserción anormal:
a) Disminuida: registrada en estadios finales, cuando el músculo es reemplazado por tejido fibroso o adiposo (video 2).
b) Aumentada: en neuropatías y miopatías iniciales, como un signo precoz previo al registro de fibrilaciones y ondas agudas positivas (video 3). Cabe mencionar que la actividad de inserción aumentada también puede ser registrada en personas jóvenes, en forma difusa, como una variante de la normalidad.